"Los sabios heredarán honra, más los necios llevarán ignominia"

(Proverbios 3:35)

viernes, 12 de diciembre de 2014

El Diablo sabe por Diablo... pero más sabe por viejo - Parte 2

Satanovski alzó la vista, intrigado por quien mencionaba su apellido… falso obviamente, había usado tantos nombres y apellidos en su vida, que a veces le costaba trabajo recordar el original.
-         Sí, ¿Quién pregunta?
El tipo fornido se sentó a su lado en la mesa, y con una sonrisa burlona dibujada en el rostro, le extendió la mano para saludar.
-         Mucho gusto, Martín González.
Todavía, sin entender quien era el tipo que tenía enfrente ni que quería. Satanovski accedió al saludo, más por una cuestión formal que por otra cosa.
-         Usted dirá, Martín González.
-         Vea Satanovski, le voy a hablar sin rodeos… Vine acá para asesinarlo.
-         Ajá – Satanovski colocó el señalador en la hoja donde había dejado de leer, cerró el libro y se puso a escuchó con atención. – Mire usted que interesante. ¿Y a todas sus víctimas usted se le presenta como asesino o solo a mí?
-         En realidad me están poniendo a prueba. Y para pasar esta prueba, tengo que generar una vacante. No sé, si me explico.
-         Oh, sí. Claramente.
-         El simple hecho que me haya acercado a usted, es símbolo…
-         De idiotez
-         …de supremacía. Diría yo, Satanovski.
-         Depende la perspectiva.
-         Y me pidieron que demuestre que si me consideraba el mejor, que mate al mejor.
-         Qué gran halago, Martín González… ¿Es su verdadero nombre?
-         Exacto.
-         Y dígame Martín González, ¿Piensa entrar en este mundo usando tu verdadero nombre? – Preguntó irónicamente Satanovski.
González se quedó mirando fijamente a Satanovski sin tener que responderle, por dentro sentía que había perdido la iniciativa.
-         Tengo otra duda Martín González… ¿A tus ayudantes les pagan los que te están poniendo a prueba o sale de tu parte?

-         Yo no tengo ayudantes Satanovski. No los necesito. – Si bien González quería sonar firme y decidido, su tono de voz no sonó con la firmeza deseada.

-         Entonces avísele al corredor que pasó varias veces corriendo y mirándome sin ningún disimulo, que tiene la ropa muy nueva para simular ser un atleta profesional, ya debe estar muy agotado. Lo mismo a los que están mirando las vidrieras de ropa, ¿Todavía no se deciden cual comprar? Hace más de 20 minutos que están parados en el mismo local. ¿Tanta gente necesitas Martín González? Muy poco eficiente de tu parte. No vas a progresar nunca si le tenés que pagar a tantos ayudantes.

González miraba fijo al viejo, comiéndose los nervios. Mientras Satanovski lo miraba socarronamente. Hasta que no aguantó más y González se llevó el dedo índice a su oreja para activar la “cucaracha” e impartir órdenes.
-         Atención todos, escúchenme, atención todos… Retírense, repito, retírense. A partir de ahora me encargo yo solo.
Al cabo de un instante, quienes parecían ser simples transeúntes y que en realidad eran ayudantes de González comenzaron a retirarse.

-         Bien, ahora solo estamos nosotros Satanovski.